¿Son normales las costras tras un injerto capilar?
Hoy en día, el trasplante capilar se ha convertido en una opción muy solicitada por aquellas personas que enfrentan problemas capilares. Esta cirugía de baja invasión ofrece resultados sorprendentes, aunque es crucial seguir un cuidado postoperatorio adecuado para garantizar la satisfacción con los resultados.
Es esencial que aquellos que se sometan a un trasplante capilar comprendan que es normal que se desarrollen pequeñas costras en el área tratada durante los primeros días. Estas costras son parte del proceso de recuperación y desaparecerán en aproximadamente dos semanas.
Aunque algunos pacientes se preocupan por la posibilidad de que el cabello injertado se desprenda junto con las costras, deben tener en cuenta que esto también es parte del proceso normal y que el cabello volverá a crecer.
A continuación, explicamos por qué se forman las costras y cómo se deben cuidar.
¿Por qué aparecen costras después de un injerto capilar?
La aparición de costras después de un injerto capilar es un fenómeno común y parte integral del proceso de cicatrización.
Estas costras en el cuero cabelludo suelen manifestarse al día siguiente de la cirugía, surgiendo cuando cesa la hemorragia y se acumulan fluidos tisulares.
Las costras son un signo positivo, ya que indican que el proceso de cicatrización está en marcha y que todo progresa correctamente.
Su función es crucial, ya que actúan como una defensa protectora contra posibles infecciones postoperatorias. Además, sirven como una barrera protectora para las incisiones, resguardándolas contra posibles ataques bacterianos.
¿Cuánto tardan en caer las costras de un implante capilar?
Las costras después de un implante capilar suelen aparecer entre 2 y 3 días después de la cirugía. Inicialmente, estas costras estarán fuertemente adheridas al cuero cabelludo, y se recomienda ablandarlas para retirarlas suavemente. Este proceso generalmente se realiza inicialmente en la clínica y luego se continúa en casa.
Siguiendo las recomendaciones de la clínica, es común que las costras comiencen a desprenderse gradualmente a partir del décimo día, ayudando a prevenir posibles infecciones en el cuero cabelludo.
Durante este período, es normal que se produzca la caída de pelo junto con las costras, y es importante tener en cuenta que el cabello tardará meses en fijarse completamente.
¿Cómo se deben tratar las costras?
El tratamiento de las costras después de un injerto capilar requiere cuidados postoperatorios específicos.
Es crucial abstenerse de manipular o intentar quitar las costras durante los primeros días y permitir que se desprendan naturalmente.
Para aliviar posibles picores, se aconseja hidratar la zona receptora con agua termal o suero fisiológico hasta que las costras se desprendan por sí solas.
Durante los primeros 3 días postintervención, se debe aplicar el suero cada 20 minutos aproximadamente.
El primer lavado después del injerto capilar consistirá en un aclarado con agua tibia y baja presión para evitar dañar las unidades foliculares implantadas. Se realizará un masaje circular suave con las yemas de los dedos.
El resto del cabello no injertado puede lavarse normalmente. Luego, se aplicará un champú especial, se aclara masajeando para ayudar a desprender las costras, con una duración de 10-15 minutos.
El secado será suave, seguido de una cura con una gasa humedecida en suero para eliminar las costras. Se aplica una fina capa de crema cicatrizante en el área receptora y una capa más abundante en el área donante.
Este primer lavado generalmente se realiza en la clínica para confirmar el buen funcionamiento, pero los cuidados deben continuar en casa. Se debe usar un champú calmante y antiinflamatorio, aplicándolo con movimientos circulares, aclarando con agua tibia y secando suavemente sin frotar con toallas suaves o papel absorbente.
¿Qué ocurre si nos quitamos las costras?
Eliminar las costras de manera brusca y precipitada después de la intervención de trasplante capilar puede tener consecuencias negativas. Es fundamental evitar que los poros se obstruyan durante el proceso de cicatrización, por lo que mantener una higiene adecuada es esencial.
Arrancar las costras o rascarse puede aumentar el riesgo de infecciones, lo que podría resultar en la caída de los folículos trasplantados. Además, la cicatrización de los folículos puede ser menos efectiva si se quitan las costras de manera agresiva.
En caso de tener dudas sobre cómo manejar la eliminación de costras con cabello injertado, se recomienda consultar con los profesionales de la clínica para recibir orientación específica y evitar posibles complicaciones durante el proceso de recuperación.
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